La profesora argentina Fabiana Silva participó en un conversatorio virtual. Habló sobre el juego como disciplina terapéutica, aplicada en los primeros años de vida, con niños con patologías de desarrollo o en riesgo de padecerla.
Por Dirección de Comunicación. 26 octubre, 2020.Hoy, en la educación y la estimulación temprana se ha puesto énfasis en el apoyo que requieren del vínculo afectivo de las familias, señaló Fabiana Silva, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional de Misiones de Argentina. La especialista participó en un conversatorio organizado por la Facultad de Ciencias de la Educación de la UDEP.
“Trabajar con niños es trabajar con las familias y en este tiempo tan particular que estamos viviendo, tiempos de ‘distanciamiento social’, nos planteamos la necesidad de fortalecer el vínculo afectivo, de sostén y contención. Ello implica realizar un acompañamiento remoto de los procesos de adaptación y aprendizajes de estas situaciones nuevas en los niños y lo que pueda emerger: ansiedad, angustia, sensaciones de abatimiento y desgano, percepciones de un futuro incierto y angustiante”, explicó la profesora argentina.
Agregó que frente al contexto, es importante dar espacio y lugar a la angustia de los niños y sus familias, poner en palabras esas sensaciones, jugar con el miedo y lo que les asusta, orientar a las familias en relación a los seguimientos médicos primordiales y a trámites que tienen que ver con su bienestar y calidad de vida.
“El juego es el hilo conductor de todas las acciones que se puedan plantear en un espacio pedagógico-terapéutico de estimulación temprana. Todo pasa por el juego en la primera infancia. Todo lo que aprenden los niños lo aprenden a través de esa actividad”, expresó.
La invitada Fabiana Silva también abordó la perspectiva de la dinámica histórica, rasgos metodológicos actuales, la importancia de la función materna, la centralidad de la interdisciplina y las estrategias tomadas por Argentina en torno a la circunstancia actual del distanciamiento social.
Vocación
Por su parte, Lucero Ugaz, profesora de Educación de la UDEP, señaló que en los primeros momentos de vida del bebé, incluso a partir de la concepción, la educación es el punto de inicio del proceso de socialización y de apoyo a la formación y desarrollo. “Por ello, en la profesionalización de los educadores del nivel Inicial se va constituyendo el carácter ético en el hecho continuo de ser maestros con vocación pedagógica y con cariño hacia los niños entre los cero y tres años”, enfatizó.
Como docente de la asignatura Estimulación Temprana centró el valor del conocimiento del desarrollo del niño como persona con una realidad única: espiritual, motriz, psíquica, sensitiva, afectiva y social; de tal manera que este conocimiento contribuya con las familias a potenciar todas las capacidades que tiene el bebé.